jueves, 29 de octubre de 2009

Del 15 de octubre de 2007

Hace dos años, tras varias conversaciones con dos buenas amigas, escribí una pequeña reflexión... y hoy, sin buscarla, la he encontrado. Al releerla he comprobado, que dos años después, sigo pensando lo mismo, y la lista de "no casualidades" ha crecido mucho:)

LAS COSAS NO PASAN POR CASUALIDAD

Cada día estoy más segura de eso... Y sino...

¿Por qué me pasé la tarde con antojo de tortilla de patata y cuando llegamos al bar no había tortilla pero salimos de allí con un número de teléfono?

¿Por qué me pegué una semana intentando quedar con mi periodista preferida y aunque no lo conseguimos cada vez que me subía al autobús ahí estaba ella con su gran sonrisa y sus modelitos super pichis?

¿Por qué cuando decidí dejar de apostar por alguien fue cuando decidió apostar por mí?

¿Por qué fuimos a Amsterdam sin nada reservado y dormimos en un barco y luego nos quedamos tirados en Barcelona?

¿Por qué cuando menos lo esperaba me llegó el mensaje tan esperado?

¿Por qué cuando no quieres ver a una persona en Interpeñas (que mira que es grande y dificil encontrarse) te la cruzas treinta veces?

¿Por Casualidad? No lo creo...

Pasamos demasiado tiempo gastando esfuerzo y energía, intentando encajar el cuadrado dentro del círculo, tratando de hacer que todo funcione como nos han dicho que tiene que ser, porque “tiene que ser así”, porque “es lo mejor”; sin embargo, un día, en un momento inesperado, por “Casualidad” las piezas de repente hacen ¡CLAC! y encajan solas, perfectamente, y el tiempo se detiene, y todo a tu alrededor deja de tener importancia, porque te has encontrado contigo misma y te sientes a gusto, y no necesitas tenerlo todo bajo control, ni comprobar las piezas a cada rato, porque están encajadas y a partir de ahí las cosas funcionan solas.

Y es por eso que estoy convencida de que las cosas no pasan por Casualidad, sino que pasan porque tienen que pasar...

Para B. y M., por todas las “casualidades”...;*)



Ellas consiguieron que las piezas encajaran... yo sigo en el intento... :*)

martes, 27 de octubre de 2009

miércoles, 21 de octubre de 2009

domingo, 18 de octubre de 2009

El Look de las Fiestas

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Del 9 al 18 de octubre Zaragoza se vistió de gala para celebrar las Fiestas del Pilar. (Olé!)

En 10 días de fiestas da tiempo para mucho... Los 4 primeros solo ví la ciudad de noche: Interpeñas, Valdespartera, las Ferias, conciertos en la Plaza del Pilar, e Interpeñas otra vez.
El lunes, día 12, me puse el traje tradicional para asistir a la Ofrenda de Flores, el martes, disfruté del ambiente festivo diurno, el miércoles me quitaron una muela del juicio, el jueves y el viernes fui a trabajar al colegio, y el fin de semana volví a compartir horario con la luna (más o menos:).

Una de las muchas cosas EXCLUSIVAS que ocurren en fiestas, es que cientos de vendedores ambulantes se dedican a embaucar a todo el mundo para que compres gafas gigantes, sombreros a la última o diademas con antenas; y lo mejor es que la gente compra, y en eso días verás personas con atuendo de lo más extravagante.

Yo no soy peñista, y este año, ni siquiera he salido con peto, pero lo que no podía faltar eran los adornos en la cabeza. Os dejo una muestra de algunos de ellos.






















La foto con el traje entero, para otro día:)
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martes, 6 de octubre de 2009

Ojo morado - ¿gajes del oficio?

(Diálogo de viernes por la noche)


A - Mery, ¡llevas el ojo morado!

V - ¡A ver! ¿Qué te ha pasado?

M - Me ha pegado un niño en el cole… un puñetazo.

A y V - ¿Cómo?

M - Sí… y una patada en la espinilla…

A y V - ¿Por qué?

M – Si lo raro es que no me pase nada… todos los días me llevo algún pellizco, alguna patada… ¡es habitual!

A – Pero… y el director, ¿qué te ha dicho?

M – Me ha preguntado si estaba bien, y… nada más.

(A y V no pueden evitar la cara de sorpresa mientras M les cuenta los detalles de la anécdota).


¿Qué ha pasado? Mery Jane es profesora en un colegio de educación especial. La mayoria de los niños de vez en cuando tiene crisis nerviosas y no controlan sus movimientos, Mery, al intentar calmarles, muchas veces sufre las consecuencias de estar cerca de ellos. Sin embargo lo acepta como un aspecto habitual de su trabajo el cual realiza con entusiasmo y dedicación. ¡Yo sugiero un seguro extra para las maestras como Mary Jane!